"A imaxe é o vehículo da emoción, é a súa enerxía, e con ela facilítase o acceso á consciencia, é dicir, que toda emoción é factible de transformarse nunha imaxe. Toda imaxe conforma un acto creativo e é por iso que o inconsciente fundamenta a creatividade"
C.G.Jung

“Desde el punto de vista espiritual, el viaje no es nunca la mera traslación en el espacio, sino la tensión de búsqueda y de cambio que determina el movimiento y la experiencia que se deriva del mismo”.
“En consecuencia
estudiar, investigar, buscar, vivir intensamente lo nuevo y profundo, son modalidades de viajar o, si se quiere, equivalentes espirituales y simbólicos del viaje”.
J.E. Cirlot

viernes, 22 de abril de 2011

PERFECCIÓN

Queda curvo el firmamento,
compacto azul, sobre el día.
Es el redondamiento
del esplendor: mediodía.
Todo es cúpula. Reposa,
central sin querer, la rosa,
a un sol en cenit sujeta.
Y tanto se da el presente
que el pie caminante siente
la integridad del planeta.

Jorge Guillén












Egberto Gismonti - Silence






Unicornio Borges



Tapices medievais


El Bosco; El jardin de las delicias, Paraíso.

El Unicornio

"La primera versión del Unicornio casi coincide con las últimas. Cuatrocientos años antes de la era cristiana, el griego Ctesias, médico de Artajerjes Mnemón, refiere que en los reinos del Indostán hay muy veloces asnos silvestres, de pelaje blanco, de cabeza purpúrea, de ojos azules, provistos de un agudo cuerno en la frente, que en la base es blanco, en la punta es rojo y en medio es plenamente negro. Plinio agrega otras precisiones (VIII,31):

"Dan caza en la India a otra fiera: el Unicornio, semejante por el cuerpo al caballo, por la cabeza al ciervo, por las patas al elefante, por la cola al jabalí. su mugido es grave; un largo y negro cuerno se eleva en medio de su frente. Se niega que pueda ser apresado vivo."

El orientalista Schrader, hacia 1892, pensó que el Unicornio pudo haber sido sugerido a los griegos por ciertos bajorelieves persas, que representan toros de perfil, con un sólo cuerno.
En las Etimologías de Isidoro de Sevilla, redactada a principios del s.VII, se lee que una cornada del Unicornio suele matar al elefante; ello recuerda la análoga victoria del Karkadán (rinoceronte), en el segundo viaje de simbad. Otro adversario del Unicornio era el león, y una octava real del segundo libro de la inextricable epopeya The Faerie Queene conserva la manera de su combate. El león se arrima a un árbol; el unicornio, con la frente baja, lo embiste; el león se hace a un lado, y el Unicornio queda clavado al tronco. La octava data del siglo XVI; a principios del XVIII, la unión del reino de Inglaterra con el reino de Escocia confrontaría en las armas de Gean Bretaña el Leopardo (león) inglés con el Unicornio escocés.

En la edad Media, los bestiarios enseñan que el Unicornio puede ser apresado por una niña; en el Physiologus Graecus se lee: "Cómo lo apresan. Le ponen por delante una virgen y la virgen lo abriga con amor y lo arrebata al palacio de los reyes" Una medalla de Pisanello y muchas y famosas tapicerías ilustran este triunfo, cuyas aplicaciones alegóricas son notorias. El Espíritu Santo, Jesuscristo, el mercurio y el mal han sido figurados por el Unicornio. La obra de Jung, Psychologie und Alchemie (Zurich, 1944) historia y analiza estos simbolismos.

Un caballito blanco con patas traseras de antílope, barba de chivo y un largo y retorcido cuerno en la frente, es la representación habitual de este animal fantástico.

Leonardo da Vinci atribuye la captura del Unicornio a su sensualidad; ésta le hace olvidar su fiereza y recostarse en el regazo de la doncella, y así lo apresan los cazadores. "

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-Si eso pensaba Leonardo, extraña menos lo de Velázquez anotado al principio y más si se piensa que en el siglo XVIII, Newton, -cuya inteligencia se considera entre las mayores que hayan existido- creía y practicaba la alquimia.Y para pensar en la actualidad... fabular y esperar alguna solución mágica parece ser necesario a la especie humana, a pesar de su racionalidad, o por ella.

Jorge Luis BORGES: El libro de los seres imaginarios. Alianza

miércoles, 20 de abril de 2011

A ESPADA. SUPER OMNIA VINCIT VERITAS



FORTE EST VINUM, FORTIOR EST REX, FORTIORES SUNT MULIERES, SUPER OMNIA VINCIT VERITAS
Rosslyn Chapel (Escocia)

Caderno de bitácora, Luns 18 de abril de 2011

Teño que escribilo. E teño que facelo agora que acaba de suceder , aínda que o publique máis tarde. Non podo deixar que a memoria ou a subxectividade que engade o paso do tempo altere o que realmente sucedeu.
Luns 18 de abril. Primeiro día das vacacións de Pascua. Adoito pasear durante unha ou dúas horas por unha praia cercana a onde resido. A maior parte das veces son paseos solitarios e tremendamente nutritivos. Cando regreso a casa a miña cabeza está chea de imaxes que ,sen demora , me poño a debuxar. Ás veces levo un libro: novela ou rara vez poesía. Hoxe ocurréuseme levar tremendo "tocho" : o Diccionario de símbolos de Eduardo Cirlot.Costábame suxeitalo mentres camiñaba. Son consciente de que non era precisamente unha lectura praieira pero apetecíame lelo desde o principio porque nunca o fixera. Sempre acudía a él para consultas puntuais .Estaba fascinada coa introducción e de pronto o meu cerebro cronopial comezou a construír imaxes, xerme do que será ( do que é) o meu próximo debuxo. Pero, de súpeto, percateime de que durante o paseo perdera un pequeno catálogo de libros medievais con debuxos fantásticos ,do que pretendía sacar inspiración. Detiven a lectura e recorrín toda a praia buscando o folleto perdido. Despois de bastante tempo atopeino e ,ao seu lado, este obxecto máxico que, sen lugar a dúbidas, chegoume DO OUTRO LADO DO ESPELLO.

Era o elemento que faltaba no debuxo : unha espada cunha talla dunha serpe e un león.
Para que os escépticos, lóxicos e racionais poidan rir a gusto, aclarar que a empuñadura é de plástico, pero tan duro que parece bronce.



"Quen vai pintar unha figura, se non pode converterse nela non pode debuxala " Dante, Canzionere


Alfonso X el Sabio - Cantigas de Santa Maria






domingo, 17 de abril de 2011

ENTRE CÍCLOPES E UNICORNIOS

FABULA

Unicornios y cíclopes.
Cuernos de oro
y ojos verdes.
Sobre el acantilado,
en tropel gigantesco,
ilustran el azogue
sin cristal, del mar.
Unicornios y cíclopes.
Una pupila
y una potencia.
¿Quién duda la eficacia
terrible de esos cuernos?
¡Oculta tus blancos,
Naturaleza!




Silvio Rodriguez - Mi unicornio azul








"El unicornio es símbolo de poder, de alegría y de pureza. Lorca coloca en oposición dos símbolos: el unicornio que representa la espiritualidad y la sublimación, mientras que el cíclope representa la fuerza primitiva, brutal que se opone a la fuerza espiritual.

El unicornio es , sin equivocos , el animal que simboliza el más profundo espíritu religioso porque él ha llegado a personificar a Cristo en virtud de su nobleza y de su voluntad.
El cíclope simboliza la dominación de fuerzas oscuras del instinto y la pasión. El cíclope de la tradición griega es una fuerza primitiva o regresiva de naturaleza volcánca que no podía ser vencido sino por el Dios solar, Apolo. Animal de simbología negativa desde el punto de vista de la mitología griega, se considera como un animal de fuerzas oscuras y de pasiones instintivas.
El poema Fábula coloca en oposición estos dos elementos mitológicos: el unicornio y el cíclope.
Desde un punto de vista filosófico y religioso universal el simbolismo del unicornio es positiva mientas que la significación simbólica del cíclope es negativa en virtud de la concepción mitológica griega.
El ojo único del cíclope simboliza un ser infrahumano de una fuerza sorprendente. García Lorca opone de manera simbólica la representación de dos concepciones universales a través de los siglos la infrahumana y el gigante contra la nobleza y la fuerza y nobleza del unicornio. El poema tiene una doble significación:

Sobre el acantilado
un tropel gigantesco
ilustran el azogue
sin cristal , del mar.

La belleza de “sin cristal del mar” es excepcional porque la claridad marina, la belleza y suntuosidad del mar se perciben sin espejo (…). El espejo, que en este poema no tiene vidrio representa en el plano mitológico la misma cosa que un espejo normal: este es un símbolo de la imaginación o de la consciencia que reproduce los reflejos del mundo visible en su verdadera realidad.”

Símbolo y simbología en la obra de Federico García Lorca
Manuel Antonio Arango L.

martes, 12 de abril de 2011

UNICORNIO



O Unicornio mirou a Alicia como en sonos e díxolle:

-Fala nena.

Alicia non puido evitar que os seus labios debuxasen un sorriso cando empezou a dicir:

-Sabe que eu tamén sempre crin que os Unicornios eran monstros fabulosos? Nunca vira un vivo!

- Ben, agora que nos vimos un ao outro - dixo o Unicornio -, se vas crer en min, eu crerei en ti. Trato feito? (...)"

Lewis Carroll (Fragmento de "Alicia a través do espello")




"Son semellante ao unicornio, / que queda atónito ao mirar / Cuando contempla á doncela. / Tanto goza co seu tormento, / Que cae exánime no seu regazo; / Entón, mátano a traizón. / De igual modo teñenme matado / Amor e a miña señora, en verdade: / Teñen o meu corazón, e non podo recobralo. / Señora, cando ante vos me achei / E vinvos por primeira vez, / O meu corazón tanto se estremeceu / Que quedou con vos cando vos deixei. / entón foi levado sen rescate, / Cativo á doce prisión / Os seus piares son de desexo, / as súas portas de fermoso mirar / E as súas cadeas de boa esperanza. "

Thibault de Champagne (1201-1253), trovador.

sábado, 9 de abril de 2011

DE AMORES E DE SOMBRAS


Non se namorou dela, senón da súa sombra. Íaa visitar á alba, cando a súa amada era máis longa.


ALEJANDRO JODOROWSKI; Sombras al mediodía, 1995





Cassandra Wilson - You Don`t Know What Love Is






jueves, 7 de abril de 2011

O REINO DE MAN OU A DESOLACIÓN DUNHA QUIMERA

A la Quimera lamentable, piedra corroída
En su desierto. Como muñón, deshecha el ala;
Los pechos y las garras el tiempo ha mutilado;
Hueco de la nariz desvanecida y cabellera,
En un tiempo anillada, albergue son ahora
De las aves obscenas que se nutren
En la desolación, la muerte.

(Luis Cernuda; Desolación de la quimera)


Hai uns días fixemos unha viaxe o reino de Man.
Xa vos falei de él : "A historia xamais contada de Man de Camelle" (http://lalunaquesemeceternamente.blogspot.com/2010_04_01_archive.html).

Pero isto tampouco é un conto, senón a triste realidade. O que vimos encheunos de profunda indignación: peor que a negra onda do Prestige e esta indiferencia e abandono burocrático e cerril dos que nos gobernan, que son os que deberían velar pola herdanza poética e física da obra dun home sigular ,que segue incomprendido e olvidado.
Están logrando converter nunha quimera o seu soño visionario.














O seguinte artículo de La voz de Galicia foi publicado en 2008. A situación a día de hoxe non fai máis que empeorar. O deterioro debido os temporais e a desidia dos políticos de turno están destrozando o pouco que xa queda.

La burocracia entierra a Man

A BURROCRACIA ENTERRA A MAN
Los trámites para recuperar y exhibir el legado de Manfred Gnädinger se eternizan mientras su antigua casa se sigue deteriorando y su obra permanece en cajas

Autor:
Eduardo Eiroa
Fecha de publicación:
8/4/2008


Dicen que Man, el alemán de Camelle, murió como consecuencia del impacto que produjo en él la marea negra del Prestige. Si tuviese que ver con sus propios ojos como los permisos de Costas, de Portos y de Patrimonio, las cartas de Hacienda, los plenos para aprobar estatutos, las entrevistas con distintos cargos políticos y los vistos buenos de secretaría e intervención juegan con su legado, es bien posible que siguiese el mismo camino. No se sabe si es mejor morir de pena o de aburrimiento.
Y es que la burocracia parece que quiere enterrar a Man por segunda vez.
Lo único que se hizo, más o menos rápido, fue construir un edificio que iba a ser museo pero que, por el momento, se diferencia bastante poco del resto de casas de la cultura que pueblan la comarca. El llamado museo de Man, hasta ahora, podría colar como centro cultural de cualquier parroquia de la Costa da Morte.
Y es que aún no le ha llegado el turno a Man. Él, que se dedicaba a hacer dibujos en cualquier papel y a escribir en la primera hoja que encontrara, que improvisaba su vida de anacoreta con lo que tenía más a mano para construir su particular universo, pasa ahora por el particular infierno de los trámites.
Hasta la recuperación del lugar en el que vivía, la pequeña caseta en las rocas del muelle de Camelle, tiene actuaciones previstas por fases.
El Ayuntamiento, por cierto, tiene los fondos listos -12.000 euros- para afrontar la primera de ellas. En total serán tres, por 30.000 euros. Pero no es fácil. Hace falta el trabajo de un arquitecto que, se supone, deberá contar con el consiguiente visado del Colegio. No basta con eso. Para actuar en ese lugar -deberían preguntarle a él cómo lo hizo- hacen falta los permisos de Patrimonio, Costas y Portos de Galicia y esas cosas, ya se sabe, llevan su tiempo. Hay sellos oficiales, firmas de cargos públicos y documentos con registros de entrada y de salida.
En esa vorágine de los trámites lleva el legado de Manfred Gnädinger nadando desde hace ya más de cinco años.
Hacienda, que ingresó en sus cuentas una buena cantidad en metálico que Man tenía en el banco, ya dijo -por escrito al Ayuntamiento- con su frialdad habitual, que no estaba interesada en la casa del anacoreta. Al menos no litigará en los juzgados para quedarse también con esa parte de la herencia.
Así lo tiene más fácil el Ayuntamiento, que lleva también sus años tratando de constituir una fundación para honrar y recuperar el legado de Man. Mientras tal cosa no llega, se le ponen flores en su aniversario y se trae a artistas de otras latitudes para organizar actuaciones culturales. Tal vez a esos artistas les hubiese gustado poder acceder al legado.
Por ahora lo tienen difícil. Al anárquico Man, el que escribía en trozos de cartón, ya le han catalogado la obra: unas 30 cajas tienen ya su correspondiente ficha describiendo su contenido. Pero los pocos intentos que se han hecho de traducir sus textos, por el momento, no han dado sus frutos. Aunque parezca imposible, cinco años y pico después de la muerte de Man nadie ha empezado a leer sus textos. Dicen que no se entiende la letra.
Y mientras Man nada en los trámites, sus rocas pintadas van perdiendo el color con el paso de los años.



Tom Waits - You Can Never Hold Back Spring






lunes, 4 de abril de 2011

A SEREA VENADITA




A serea Venadita
Al Faris Ibn Iaquim al-Galizí (1611-1681)


—¡As Molucas son famosas! e hai moito señorío chinés no comercio e as nativas sempre están saíndo do baño e pedíndolle ós arábigos que as sequen.

Sinbad saca mapa e Sari téndeo no chan, e coa conteira do seu bastón di ó piloto por onde caen as Molucas, y agáchase Arfe o Mozo e mesmo donde está a Moluca Maior atopa un cabelo longo e dourado y amósallo a Simbad.

—¿Seica é roxiña de pelo?

Sinbad ponse colorado, pecha os ollos y acena tres ou catro veces coa cabeza. Pousa o bastón, e con ámbalas mans colle o cabelo que lle ofrece Arfe o Mozo, roza a meixela nel, salaia, envolve a freba de ouro nun dedo figurando un anelo, bica alí e conta:

—¡Ai, Venadita, Venadita! ¡Pois como nunca cheguei en todo iste tempo repasando mares a onde cae a Moluca Maior, non puiden decatarme de que ela me deixara esta memoria de seda! Unha serea do mar chamada Venadita, meu amigo. Sentábase ó meu carón e quería que lle ensiñese por mapa por donde me vería vir. ¡Mira que si llega a vir darme serenata dende o Iadid! Pequeniña, non había outra, e toda vestidiña do seu cabelo dourado, e sentábase na area da praia —eso sí, mantendo algo de rabo no mar; as sereas poden estar en terra firme a condición de manter un chisco da súa parte de peixe tocando auga…—, sentábase, digo, e todo era proubar a miña roupa, a miña pamela, a miña capa de damasco, a miña chilaba de liño albar, o meu camisolo de verán… Todo lle andaba sobrado, craro é, que foi o encontro por cando eu andaba nas duascentas libras nosas, que me pesei pra ver canto poidera coas patas súas a Ave Roc. Pro a neniña gozaba con isto e non sabía ser engañadora, e cando se poñía a cantar, coa cabeciña apousada nos meus xoenllos y aloumiñándome os pés e varrendo deles as areas co seu soave pelo, de repente paraba e decíame:

—¡Ai, Sinbad, non creas nada, hom! Diego Ribero - Islas Molucas Port

—Y a preciosa estábame falando dunha illa que hai embaixo das augas donde o que chega, e por mentras esteña alí, ten que escoller unha figura de paxaro ou de ave maior, y eu podería andar de pavo real, y en todo é un o paxaro ou ave que escolle, e dáselle compañeira na familia y a cociña según o pedido natural, e cando te canses e volvas á tona do mar, podes traer unha saqueta de pedras preciosas… A miña serea Venadita ás vegadas botábase a chorar, que decía que non sabía inventar nada máis que iso e que xa tiñan dito as outras que como non sacase outra gracia de países ou de canto que non gañaría pra un peite de ouro. ¿El que é unha serea sin peite de ouro? E foi habendo entre nós máis intimidá, e muito agarimo, y entre as penas da Moluca Maior estabamos agachadiños á tardiña e pasámonos a bicos y outras gracias, y ela sempre probando a roupa miña e cada día tiña que levar eu prendas novas do millor, y hastra quiso probar as miñas bragas, que cabían tres coma ela en cada perneira, e meteunas na cachola pola petrina, que entón levábanse bragas de mexa pronta, que non sei por que pasou esa moda…

—¡Era unha grande comodidá! —dice Mansur— Eu inda gasto algunha.

—Pois iba decindo que probou as bragas, e coma polo calor das Molucas, eu andaba en cos e a camiseta era un medio xubón con vainica, quedei coa barriga ó aér, e foi cando Venadita se decatou de que eu tiña embrigo. ¡Moito se riu! ¡Tódolos días tiña que deixarlle miralo, e metía nil un dediño, y hastra unha vez se porpasou a darme un bico alí, e cando nos despedimos, que veu diante da miña nao, asubiando pra ensiñarme unha corrente que vai tres coartas por debaixo da frol, y eu metera nos camarotes a toda a tripulación porque nona visen á señora Venadita, berrábame dende o mar que moito iba a botar en falta os xogos có meu embriguiño…

—Regaleille un peite de ouro, e xa sabes como son as mulleres: Porque visen as outras que xa sabía gañarse a vida, quixo quedarse unha tempada naquelas praias. ¡Que non sei qué chiste lle terá a doña Venadita afogar molucos!

Desenvolveu Sinbad o cabelo dourado e pousouno onde aparecera, na Moluca Maior.

—¡Aínda que non houbera cravo nas Molucas, Arfe amigo! ¡Tódolos corazóns teñen a súa gacela!

Álvaro Cunqueiro ; Si o vello Sinbad volvese ás illas...

Texto traducido para os amigos/as do lado de ALÁ:
La sirena Venadita

—¡Las Molucas son famosas! Y hay mucho señorío chino en el comercio y las nativas siempre están saliendo del baño y pidiéndole a los árabes que las sequen.

Simbad saca mapa y Sari lo extiende en el suelo, y con la contera de su bastón le dice al piloto por donde caen las Molucas, y se inclina Arfe el Joven y justo donde está la Moluca Mayor encuentra un cabello largo y dorado y se lo enseña a Simbad.

—¿Acaso es rubita de pelo?

Simbad se pone colorado, cierra los ojos y asiente tres o cuatro veces con la cabeza. Deja el bastón, y con ambas manos coge el cabello que le ofrece Arfe el Joven, roza la mejilla con él, suspira, envuelve la hebra de oro en un dedo figurando un anillo, besa allí y cuenta:

—¡Ay, Venadita, Venadita! ¡Pues como nunca llegué en todo este tiempo repasando mares a donde cae la Moluca Mayor, no pude darme cuenta de que ella me había dejado este recuerdo de seda! Una sirena del mar llamada Venadita, amigo mío. Se sentaba a mi lado y quería que le enseñase por mapa por donde vendría a verme. ¡Mira que si llega a venir a darme serenata desde el Yadid! Pequeñita, ninguna como ella, y toda vestidita de su cabello dorado, y se sentaba en la arena de la playa —eso sí, manteniendo algo de cola en el mar; las sirenas pueden estar en tierra firme a condición de mantener una pizca de su parte de pez tocando agua…—, se sentaba, digo, y todo era probar mi ropa, mi pamela, mi capa de damasco, mi chilaba de lino albar, mi camisola de verano... Todo le iba sobrado, claro es, que fue el encuentro por cuando yo andaba en las doscientas libras nuestras, que me pesé para ver cuanto podría con sus patas el Ave Roc. Pero la niña disfrutaba con esto y no sabía ser engañadora, y cuando se ponía a cantar, con la cabecita apoyada en mis rodillas y acariciándome los pies y barriendo de ellos las arenas con su suave pelo, de repente se paraba y me decía:

—¡Ay, Simbad, no creas nada, hombre!

—Y la preciosa estaba hablándome de una isla que hay debajo de las aguas, donde el que llega, y mientras esté allí, tiene que escoger una figura de pájaro o de ave mayor, y yo podría andar de pavo real, y en todo es uno el pájaro o ave que escoge, y se le da compañera en la familia y la cocina según el pedido natural, y cuando te canses y vuelvas a la superficie del mar, puedes traer un saquito de piedras preciosas… Mi sirena Venadita a veces se echaba a llorar, que decía que no sabía inventar nada más que eso y que ya le habían dicho las otras que como no sacara otra gracia de países o de canto que no ganaría para un peine de oro. ¿Y qué es una sirena sin peine de oro? Y fue habiendo entre nosotros más intimidad, y mucho cariño, y entre las peñas de la Moluca Mayor estábamos escondidos al atardecer y nos pasamos a besos y otras gracias, y ella siempre probando la ropa mía y cada día tenía que llevar yo prendas nuevas de lo mejor, y hasta quiso probar mis calzones, que cabían tres como ella en cada pernera, y se los puso en la cabeza por la bragueta, que entonces se llevaban calzones de orina pronta, que no sé por qué pasó esa moda…

—¡Era una gran comodidad! —dice Mansur— Yo todavía uso alguno.

—Pues iba diciendo que probó los calzones, y como por el calor de las Molucas, yo andaba en camisa y la camiseta era un medio jubón con vainica, quedé con la barriga al aire, y fue cuando Venadita se percató de que yo tenía ombligo. ¡Mucho se rio! Todos los días tenía que dejarle mirarlo, y metía en él un dedito, e incluso una vez se propasó a darme un beso allí, y cuando nos despedimos, que vino delante de mi nao, silbando para enseñarme una corriente que va tres cuartas por debajo de la flor, y yo había metido en los camarotes a toda la tripulación por que no la viesen a la señora Venadita, me gritaba desde el mar que mucho iba a echar en falta los juegos con mi ombliguito…

—Le regalé un peine de oro, y ya sabes como son las mujeres: Para que vieran las otras que ya sabía ganarse la vida, quiso quedarse una temporada en aquellas playas. ¡Que no sé qué chiste le haría a doña Venadita ahogar molucos!

Desenrolló Simbad el cabello dorado y lo depositó donde había aparecido, en la Moluca Mayor.

—¡Aunque no hubiera clavo en las Molucas, Arfe amigo! ¡Todos los corazones tienen su gacela!

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Fragmento de Si o vello Sinbad volvese ás illas… de Álvaro Cunqueiro (Editorial Galaxia)


Fotografías de Manuel Lestón
Debuxo de Mónica


Russian Red - Nice Thick Feathers






sábado, 2 de abril de 2011

CENTAUROS E SEREAS


Debuxo de Mónica Montero
Ni bien asomé la cabeza de las aguas y me vio, el carbón de sus ojos comenzó a encenderse.

También yo, al verlo, imaginé por un momento el milagro de que hubiera entre nosotros un entendimiento de los cuerpos.

Vano todo.

Él se alejó, prado lejos. Yo regresé, aguas al fondo.

La contaré entre los míos como una historia de exaltado romanticismo.

La contará entre los suyos como una historia de profunda melancolía.

Aún así, sucesos como éstos me inspiran a mí, sirena, a creer en lo imposible.

Espero que a él, centauro, también.


Eugenio Mandrini




Fotografía de Manuel Lestón

Festejado fue siempre el fervor erótico de los habitantes de Citeres, la isla consagrada a Afrodita. “Aquí todo está permitido”, decían, “con la condición de que culmine en la cópula, pues de lo contrario es puro vicio”.

De modo que aquel espectáculo los espantó. Durante varios días, en la playa, a la plena luz del sol, dos viciosos se abrazaban, se besaban, se acariciaban. El, en opulenta erección, rugía de magnífico ardor. Ella lanzaba maravillosos himnos obscenos. Hasta ahí todo estaba en regla y no había nada que decir. Pero después de una hora de preparativos él regresaba al bosque y ella se iba a nadar en las aguas del mar cretense. Los pobladores de Citeres no toleraron tanto escándalo y el centauro y la sirena fueron conducidos a la cárcel.

Marcos Denevi



Silvio Rodríguez - Quien fuera