Diógenes, o can ; Duda, a cadela. Diógenes e o seu barril. Duda e a súa caixa de cartón. |
Vamos a ver, Dudiña: ¿Vos sabés bien lo que es la unidad?
"-Vamos a ver, Lucía: ¿Vos sabés bien lo que es la unidad?
-Yo me llamo Lucía pero vos no tenés que llamarme así -dijo la Maga. La unidad, claro que sé lo que es. Vos querés decir que todo se junte en tu vida para que puedas verlo al mismo tiempo. ¿Es así, no?
-Más o menos -concedió Oliveira-. Es increíble lo que te cuesta captar las nociones abstractas. Unidad, pluralidad... ¿No sos capaz de sentirlo sin necesidad de ejemplos? No, no sos capaz. En fin, vamos a ver: tu vida, ¿es una unidad para vos?
-No, no creo. Son pedazos, cosas que me fueron pasando.
-Pero vos a tu vez pasabas por esas cosas como un hilo por esas piedras verdes. Y ya que hablamos de piedras, ¿de dónde sale ese collar?
-Me lo dio Ossip -dijo la Maga-. Era de su madre, la Odessa.
(...)
La cuestión de la unidad lo preocupaba por lo fácil que le parecía caer en las peores trampas. En sus tiempos de estudiante, por la calle Viamonte y por el año treinta, había comprobado con (primero) sorpresa y (después) ironía que montones de tipos se instalaban confortablemente en una supuesta unidad de la persona que no pasaba de una unidad lingüística y un prematuro esclerosamiento del carácter. Esas gentes se montaban un sistema de principios jamás refrendados entrañablemente, y que no eran más que una cesión a la palabra, a la noción verbal de fuerzas, repulsas y atracciones avasalladoramente desalojadas y sustituidas por el correlato verbal.. Y así el deber, lo moral, lo inmoral y lo amoral, la justicia, la caridad, lo europeo y lo americano, el día y la noche, las esposas, las novias y las amigas, el ejército y la banca, la bandera y el oro yanqui o moscovita, el arte abstracto y la batalla de Caseros pasaban a ser como dientes o pelos, algo aceptado y fatalmente incorporado, algo que no se vive ni se analiza porque es así y nos integra, completa y robustece. La violación del hombre por la palabra, la soberbia venganza del verbo contra su padre, llenaba de amarga desconfianza toda meditación de Oliveira, forzando a valerse del propio enemigo para abrirse paso hasta un punto en que quizá pudiera licenciarlo y seguir - ¿cómo y con qué medios, en qué noche blanca o en qué tenebroso día?- hasta una reconciliación total consigo mismo y con la realidad que habitaba. Sin palabras llegar a la palabra (qué lejos, qué improbable), sin conciencia razonante aprehender una unidad profunda, algo que fuera por fin como un sentido de eso que ahora era nada más que estar ahí tomando mate y mirando el culito al aire de Rocamadour y dos dedos de la Maga yendo y viniendo con algodones, oyendo los berridos de Rocamadour a quien no le gustaba en absoluto que le anduvieran en el traste."
Cortázar, Rayuela.
Ahí vai:
ResponderEliminarO can respira
Acubillando a idea atea
Dun instinto aFín.
HaiJU
Bonita reflexión e precioso perfil canino. Teremos que ir recoApilando estes poemiñas.
Obrigado pelas estradas que xa comezan a ser autopistas cara ó Oeste do ecuador da GRAN Duda. Ciao
Merci.
ResponderEliminarRecoApilemos, recoApilemos.
Recollamos as rosas perfumadas deste xardín lunático e respiremos o seu aroma efímero e eterno . Eterno mentres dure.
Saúdos, poeta salvaxe. Saúdos e apertas tamén para esa fermosa e incandescente Alma que o acompaña.
o AMOR GANA.
De rien, madame Cronopie.
ResponderEliminarMais que salvaxe, procuro ser indomable e aledeime por J.M. Caballero Bonald, bo discurso e mellor poeta. Haberá que reler o Manual de infractores. Saúde. JUvenal