"Ánimus/ánima" "A muller serpe"
Estas pezas inacabadas teñen a súa historia, que non relaterei eu, senón o cuentista maior do reino, porque como dicía aquela canción de Vainica Doble", "Todo, todo, todo está en Cunqueiro".
"—No barras y siéntate— me dijo el señor a m o —, y atiende, que estoy en un caso de muchas albóndigas, y quiero cumplir como debo con aquel noble anciano que me trajo en procesión esta caja. En ella está, en cuarenta pedazos y el mayor como un dedal, una señora princesa de Inglaterra, del título del pazo de Marduffe, llamada doña Tear,que quiere decir "lágrima" en nuestro hablar. Y te digo yo que no es fácil la soldadura de estas princesas, y no sé por dónde voy a principiar a añadir las partes, si por la cabeza o por los pies, perdonando. (...)
El señor Merlín se encerraba en el horno, y nada decía de cómo iba la soldadura, y ya iba pasada una semana cuando me mandó que llamase a mestre Flute, y con aquella gravedad y franqueza que mi señor amo tenía, le explicó cómo no era fácil soldar aquella princesa.
—Todo lo que pude soldar fueron los cinco dedos de la mano izquierda y la oreja derecha, pero pasarían cien años y no llegaría á recomponerla detodo, y en aquel jardín de Roma se debió perder por lo menos la punta de la nariz y alguna luz de sus ojos.
A. Cunqueiro; Merlín y familia, "A soldadura da princesiña de plata"
Pois isto foi, a grandes rasgos, o que me pasou con estas pezas. Despois dun longo proceso de modelado en barro, molde en escaiola, e acabado en cemento, ámbalas dúas escacharon en cuarenta pedazos, igual que a princesiña da soldadura de plata. Non me quedou outra que convertirme en Merlín, e con moita paciencia, intentar recompoñelas. Niso estou agora, intentando recuperar a luz dos seus ollos.
El señor Merlín se encerraba en el horno, y nada decía de cómo iba la soldadura, y ya iba pasada una semana cuando me mandó que llamase a mestre Flute, y con aquella gravedad y franqueza que mi señor amo tenía, le explicó cómo no era fácil soldar aquella princesa.
—Todo lo que pude soldar fueron los cinco dedos de la mano izquierda y la oreja derecha, pero pasarían cien años y no llegaría á recomponerla detodo, y en aquel jardín de Roma se debió perder por lo menos la punta de la nariz y alguna luz de sus ojos.
A. Cunqueiro; Merlín y familia, "A soldadura da princesiña de plata"
Pois isto foi, a grandes rasgos, o que me pasou con estas pezas. Despois dun longo proceso de modelado en barro, molde en escaiola, e acabado en cemento, ámbalas dúas escacharon en cuarenta pedazos, igual que a princesiña da soldadura de plata. Non me quedou outra que convertirme en Merlín, e con moita paciencia, intentar recompoñelas. Niso estou agora, intentando recuperar a luz dos seus ollos.
Grazas, Maruxa, por meterme o" gusanillo "da escultura.
Coralia
What goes up from Lacey on Vimeo.
Gracias a tí Coralia por compartila conmigo,sempre é un pracer aprender o darón dunha amiga.
ResponderEliminarUn bico
No es tarea fácil recomponer una princesa partida en mil pedazos...pero no pierdes la esperanza, perseveras...y eso me gusta.
ResponderEliminarUn beso!
Pues te diré que hasta tiene su aquel. Es como crear dos veces: creas, se destroza y REcreas, y entonces la obra final ya nada tiene que ver con el proyecto inicial, porque por el camino le van brotando nuevos elementos . A mí me está resultando estimulante y divertido. Lo que sí es un reto es recuperar esa luz de la mirada, pero ahí ya entra la magia. Hay que invocar a todo lo invocable para que ayude en el proceso. Y si hasta el propio mago Merlín tuvo problemas, imagínate yo, que no paso de humilde aprendiz de meiga.
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