domingo, 14 de marzo de 2010

O SILENCIO DAS SEREAS



Las sirenas poseen un arma mucho más terrible que el canto: su silencio. No sucedió en realidad, pero es probable que alguien se hubiera salvado alguna vez de sus cantos, aunque nunca de su silencio.(Kafka; El silencio de las sirenas)

3 comentarios:

  1. "(...)Ulises (para expresarlo de alguna manera) no oyó el silencio. Estaba convencido de que ellas cantaban y que sólo él estaba a salvo. Fugazmente, vio primero las curvas de sus cuellos, la respiración profunda, los ojos llenos de lágrimas, los labios entreabiertos. Creía que todo era parte de la melodía que fluía sorda en torno de él. El espectáculo comenzó a desvanecerse pronto; las sirenas se esfumaron de su horizonte personal, y precisamente cuando se hallaba más próximo, ya no supo más acerca de ellas."

    El silencio de una sirena puede llegar todavía más hondo que su canto.

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  2. Qué alegría que tú también pases por aquí.
    Tu comentario es hermoso, como el canto o el silencio de las sirenas.
    Un saludo

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  3. Ay qué bonito lo que escribes!

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Moitas grazas.